El pasado 4 de Enero, Jaime Botín (ex presidente de Bankinter) expresó su
opinión sobre las políticas reformistas que el gobierno ha venido elaborando
durante la actual legislatura. (Consultar: http://elpais.com/elpais/2014/01/02/opinion/1388688672_658015.html) Refleja la opinión de una de las mayores fortunas de este país, pero tal
condición no ha sido obstáculo para expresar una crítica contundente contra las
políticas llevadas a cabo por lo que él denomina derecha política.
Al margen de otras consideraciones personales o de status social de
quien las manifiesta, es un hecho que una de las características que achaca a
los acérrimos seguidores de la derecha política es la total ausencia del "hábito
de pensar". A nuestro entender, si bien suscribimos el contenido
de su artículo creemos que se queda corto.
Denomina a la derecha política como horteras peligrosos y,
por tanto, ignorantes de los valores estéticos que
necesariamente desembocan en una carencia de valores éticos. Respalda
estas aseveraciones con las diversas medidas que el Gobierno ha implementado en
los últimos años y que han supuesto un retroceso en las políticas sociales de
este país que están arrastrando a la indigencia a miles de familias. El
retroceso en lo social y económico están respaldadas por otras medidas en el ámbito de
la seguridad que tratan de evitar que la protesta y la indignación tomen la
calle. Pero, quizás, de las más notorias que el gobierno ha puesto
en funcionamiento, la de la de educación, sea la que más logros a largo plazo
pueda esperar en la domesticación de la sociedad. La educación en el
canon eclesiástico recibida por la casta gobernante en la que pensar
está prohibido es fiel reflejo de las amistades y complicidades que el
actual gobierno del PP ostenta. De dicho canon se deducen otras reformas
emprendidas como la Ley del Aborto de Gallardón, sustrayendo a
la mujer de cualquier derecho y reduciéndola a lo que el Arzobispo de Granada
gusta tanto de recordar: la sumisión.
Entre los actores a los que cita se encuentra el Opus Dei. Pero
añadimos, y así lo creemos, que, además de la Obra, actúan otros como los
Mercados y el Sistema Financiero, protagonistas que seguro conoce a fondo. ¿Es
posible que el Sr Botín haya olvidado en su crítica, a ese nuevo Dios o Ente
Supranacional que lo ve todo, ese Nuevo Gendarme que controla a los Estados,
que son capaces de imponer, en nombre de la competitividad y de la Nueva
Religión Neoliberal, unos estándares basados en las leyes de la selección
natural de Darwin en la que sólo las "especies" que mejor
se adapten a sus mandamientos sobreviven? Sólo la amenaza de una Revolución o
un Estallido Social es capaz de hacer retroceder a estos gurús
de sus posiciones inmovilistas y, como lo saben, implementan leyes que les
garantice el Nuevo Orden Social mediante medidas represivas e intimidatorias.
Tras la Segunda Guerra Mundial, el esfuerzo de la reconstrucción europea y la
necesidad de un Pacto Social que diera estabilidad política y social ante la
amenaza del bloque soviético, creó las bases del Estado de Bienestar.
Finalmente, la caída del Muro de Berlín y del bloque soviético inauguró una
nueva era en la que, desaparecida la amenaza, la Bestia Triunfante,
el neoliberalismo, anda desbocado. Su expulsión puede acarrear procesos
ideológicos como el de Bruno, en la que expresar ideas en contra de la nueva
religión es considerado como una herejía socialista o comunista.
Finalmente, Sócrates. Todo se reduce a eso. Reconocer nuestra ignorancia,
ser humildes para que a través de la mayeútica parir ideas.
Para ello es necesario que haya debate y participación. Pero faltan tanto
lo uno como lo otro por escasez de personas dispuestas a participar en dicha
empresa. Por desgracia, estamos en una época en la que predominan los Alcibíades sin
escrúpulos, en la que las élites económicas y políticas emulan a los gobiernos
aristocráticos y oligárquicos. Mientras tanto, los distintos gobiernos que han
sustentado la Democracia de las Élites que siguió a la
transición se ha apartado del verdadero objeto en la que una verdadera DEMOCRACIA basa
su legitimidad, la idea del Bien y la Justicia (el gobierno ideal de
Sócrates según Platón). Por desgracia seguimos sumidos en la oscuridad de la
caverna platónica, tal como queda demostrado cuando una y otra vez son
refrendados gobiernos corruptos en las urnas.
La tiranía tampoco sería la solución por lo que una
verdadera Democracia del Pueblo para el Pueblo, y no lo que hay ahora, es la
única salida posible. ¿Los Mercados? Los Mercados se adaptan a las
circunstancias. Emulando a Protágoras: el Mercado es la medida de todas
las cosas.